¿Qué es el autismo?
Con motivo de la celebración mundial del Día del autismo, nuestra Especialista en Psicología, la Dra. Carmen Recio, nos enseña más sobre este trastorno y sus síntomas para poder entender mejor a las personas que lo padecen.
Aunque el autismo perdura toda la vida sus manifestaciones cambian en función de las distintas etapas del desarrollo
El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del desarrollo que perdura toda la vida aunque sus manifestaciones cambian en función de las distintas etapas del desarrollo y que no lleva asociado ningún rasgo físico diferenciador (es decir, no se detecta a simple vista)
Síntomas del autismo
Los síntomas fundamentales del autismo son:
- Dificultades y deficiencias persistentes en la comunicación y en las relaciones sociales que se manifiestan en dificultades en la comprensión y uso del lenguaje, deficiencia en el control y uso de gestos, anomalías del contacto visual y del lenguaje corporal y puede llegar hasta la ausencia total de expresión facial.
- Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades: movimientos, utilización de objetos o habla estereotipados o repetitivos; insistencia en la monotonía, excesiva inflexibilidad de rutina y rituales de comportamiento.
Cómo se manifiestan estos síntomas
Estos síntomas pueden traducirse, entre otras formas de conducta, en:
- Falta de interés por otros niños
- Se establece poco o nada de contacto visual
- Su lenguaje es literal, no entienden las bromas, los chistes o los dobles sentidos
- No les gusta el contacto físico
- Pueden mostrar comportamientos extraños, como el balanceo, el aleteo de manos o andar de puntillas
- No tienen juego simbólico por lo que, por ejemplo, no juegan con coches como si fueran de verdad ni dan de comer a las muñecas o les ponen vestidos.
- No acostumbran a realizar la sonrisa social a no ser que la hayan entrenado
- Presentan intereses inusuales que son repetitivos y no compartidos con los demás
Cómo piensa una persona autista en sus relaciones con los demás
Éstas son algunas de las peticiones que puede reclamar una persona autista:
- Ordéname mi mundo. Házmelo inteligible y predecible. Ayúdame a entender.
- No me hables mucho ni deprisa. Date cuenta de que el lenguaje es muy fácil para ti y muy difícil para mí
- Trata de dar sentido a las cosas que me pides. Me es vital entender para que las hago.
- Ayúdame lo necesario para que no fracase en lo que me pides. Pero no me ayudes más de lo necesario
- En general, no interpretes que no quiero
- No te sientas personalmente ofendido por mi oposicionismo o mis alteraciones de conducta. No son contra ti
- Sé claro y simple en tu relación conmigo. Las personas “normales” sois demasiado complicadas
- Recompensa enseguida lo que hago bien. Infórmame del valor de mis acciones.
- Ponme límites, sólo así podré saber que existes.
- Sólo me ayudarás si tienes un firme compromiso temporal conmigo
- No me pidas siempre hacer las mismas cosas ni me obligues a tener las mismas rutinas. El autista soy yo, no tú.
- Evítame más cambios de los que pueda soportar
- Por mucho que te angusties no dejaré nunca de ser autista. Por ahora el objetivo es que mejore y me sienta mejor. Curarme no es un objetivo realista. Acéptame así.
- No me pidas tonterías. No me compliques más la vida.
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