MELANOMA: Todo lo que debes saber sobre este cáncer de piel
¿Qué es el melanoma?
El melanoma es una forma agresiva de cáncer de piel caracterizado por la formación de lunares malignos y que surge de los melanocitos, las células que producen el pigmento de la piel. Este cáncer también es conocido como melanoma maligno y melanoma cutáneo.
Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque es más frecuente en áreas expuestas al sol, como la espalda, el rostro y las extremidades. Aunque existen menos casos en personas con la piel oscura, igualmente el cáncer puede desarrollarse, inclusive en palmas, plantas de pies o debajo de las uñas. Lugares como ojos, boca, genitales y área anal son también menos frecuentes, pero existen casos.
El melanoma es menos común que otros tipos de cáncer de piel, pero es el más agresivo de todos. Representa una amenaza significativa debido a su capacidad de extenderse a otras partes del cuerpo si no se detecta y trata precozmente.
Cada año, alrededor de un millón de personas en todo el mundo reciben el diagnóstico de cáncer de piel, con unas 65 mil muertes registradas anualmente como consecuencia. En la última década, los casos de melanoma han experimentado un aumento de casi el 50%, llegando a unos 287.723 nuevos diagnósticos por año en todo el mundo.
Las buenas noticias son que en caso de que se detecte de forma temprana, el tratamiento puede ser curativo.
¿Cómo se produce el melanoma?
La mayoría de los cánceres de piel tienen su origen en la capa superior de la piel, la llamada epidermis. Para comprender mejor el melanoma, debemos conocer los tipos de células que componen la epidermis:
- Células escamosas: Son células planas que se encuentran en la parte más externa de la epidermis y que se desprenden constantemente a medida que nuevas células se forman en las capas más profundas.
- Células basales: esta capa de células reside en la parte inferior de la epidermis. Se dividen de manera continua para reemplazar a las células escamosas que se desprenden de la superficie de la piel. A medida que estas células se trasladan hacia la epidermis, se vuelven más planas y, con el tiempo, se transforman en células escamosas.
- Melanocitos: Son las responsables de la producción de melanina, el pigmento marrón que da color a la piel como hemos apuntado previamente. Es aquí donde se puede originar un melanoma. La melanina protege las capas más internas de la piel de los daños causados por la exposición al sol.
La epidermis está separada de las capas más profundas de la piel por una membrana basal. Cuando un cáncer de piel progresa, suele atravesar esta barrera e infiltrarse en las capas más internas.
Causas del melanoma
El melanoma puede producirse por múltiples causas, tanto internas como externas.
Entre los factores de riesgo internos se incluyen, los antecedentes familiares de cáncer de piel, tener la piel clara, predisposición genética, tener muchos lunares y ciertos trastornos que pueden aumentar la susceptibilidad a desarrollar la enfermedad.
Los factores externos también desempeñan un papel importante, siendo la exposición excesiva y sin protección a la radiación ultravioleta (UV) del sol el factor de riesgo más significativo. La radiación UV puede dañar el ADN de las células de la piel, lo que aumenta el riesgo de mutaciones y el desarrollo de este u otros cánceres de piel. Otros factores externos incluyen el uso de camas de bronceado, la exposición a productos químicos carcinógenos y un historial de quemaduras solares graves.
Por supuesto, la combinación de factores internos y externos también contribuye al desarrollo de esta enfermedad.
Primeros síntomas de cáncer de piel
Los primeros síntomas del cáncer de piel suelen variar según el tipo y la etapa de la enfermedad. Por ello, es muy importante prestar atención a los cambios en la piel que son los primeros síntomas; como la aparición de nuevas manchas, lunares o lesiones que cambian de tamaño, forma o color con el paso del tiempo. Otros síntomas incluyen lesiones que pican, escaman, sangran o no cicatrizan después de un período de tiempo razonable.
A veces los signos más obvios tardan en llegar, por lo que se debe recordar que el autoexamen regular de la piel es fundamental para detectar cualquier anomalía temprana. Durante la autoexploración, es necesario observar cuidadosamente la piel en busca de nuevos lunares, cambios en los existentes y cualquier lesión que presente síntomas preocupantes.
Como se ha mencionado previamente, la exposición solar puede ser uno de los motivos de desarrollo del melanoma, y por ello son precisamente en esas zonas del cuerpo más expuestas, donde más se debe examinar. Se recomienda utilizar un espejo para áreas difíciles de ver, como la espalda o el cuero cabelludo. En la imagen a continuación, mostramos los pasos a seguir para que no se nos olvide ninguna parte del cuerpo a la hora de observarnos. Una vez más queremos recordar la importancia de la detección precoz, que solo es posible cuando se siguen estos pasos con regularidad:
Ante cualquier duda respecto a la posibilidad de tener un lunar maligno o melanoma, es imprescindible la evaluación de un dermatólogo o dermatóloga. En Ecomedic, tenemos la suerte de contar con grandes profesionales dermatólogos con una amplia experiencia a sus espaldas en la detección y extracción de melanomas y estaremos encantados de revisar cualquier lunar o mancha que te preocupe o te produzca dudas.
¿Cómo reconocer un melanoma?
Existe una regla sencilla de recordar por sus siglas “ABCDE”, que sirve como herramienta útil para ayudar a reconocer posibles signos de melanoma. A continuación, se explica el significado de cada letra:
- Asimetría: La mitad de un lunar o mancha no coincide con la otra mitad en tamaño, forma o color.
- Bordes irregulares: Los bordes de un lunar o mancha son borrosos, dentados o mal definidos en lugar de tener bordes lisos y regulares.
- Color: El color del lunar o mancha no es uniforme y puede variar entre diferentes tonos de marrón, negro, rojo, blanco o azul.
- Diámetro: El tamaño del lunar o mancha es mayor que el tamaño de un borrador de lápiz (aproximadamente 6 mm o más). Aunque se debe de tener en cuenta que algunos melanomas pueden ser más pequeños.
- Evolución: Cambios en el tamaño, la forma, el color o la textura de un lunar o mancha a lo largo del tiempo, o la aparición de nuevos síntomas como picazón, sangrado o dolor.
Como cabe esperar, esta regla no es exacta sino una guía general que puede servir como señal de alarma para acudir al especialista. Debemos tener en cuenta que no todos los melanomas seguirán exactamente estas características. Una vez más, ante nuevos lunares o si se nota algún cambio y se tienen dudas, lo mejor es consultar a un dermatólogo o dermatóloga para una evaluación profesional y precisa.
¿Cuál es el tratamiento para el melanoma?
Cuando el cáncer de piel -en este caso, el melanoma- se detecta en etapas tempranas, el dermatólogo o dermatóloga puede optar por procedimientos quirúrgicos como la extirpación del tumor o la cirugía de Mohs para eliminar las células cancerosas y prevenir su propagación a tejidos circundantes. A continuación, se explican ambos procedimientos:
- Extirpación del tumor: En este procedimiento, el o la especialista en dermatología o cirugía realiza una incisión en la piel para extraer el tumor canceroso y una pequeña cantidad de tejido circundante sano, con el que asegura la eliminación completa del cáncer. Se administra anestesia local o, en algunos casos, anestesia general para adormecer la zona y evitar el dolor durante la cirugía.
- Cirugía de Mohs: Esta técnica se utiliza para tratar cánceres de piel en áreas donde se quiere preservar la mayor cantidad posible de tejido sano, como en la cara. Durante la cirugía de Mohs, el cirujano o cirujana extirpa capas finas de tejido canceroso y las examina bajo un microscopio en el mismo momento de la cirugía. Esto permite una eliminación precisa del tumor mientras se preserva la mayor cantidad posible de tejido sano circundante. El o la paciente recibe anestesia local para adormecer la zona tratada.
Si las lesiones son superficiales, el melanoma se puede tratar también con medicamentos tópicos, como cremas o geles. Es importante seguir las indicaciones de la o el especialista en dermatología que haya prescrito el tratamiento para usar de forma adecuada estos productos y garantizar su eficacia.
En casos más avanzados, el tratamiento puede implicar terapias dirigidas, quimioterapia, inmunoterapia o radioterapia para atacar las células cancerosas y reducir la carga tumoral.
Sin embargo, cuando el cáncer de piel se detecta en etapas avanzadas, puede haber limitaciones en cuanto a las opciones de tratamiento y la efectividad de los mismos. En estos casos, el o la médico puede centrarse en el control de los síntomas, mejorar la calidad de vida del paciente, brindar apoyo emocional y cuidados paliativos.
Desafortunadamente, cuando el cáncer de piel alcanza etapas avanzadas y se propaga a órganos distantes, la esperanza de vida puede verse significativamente reducida y las opciones de tratamiento se ven muy limitadas.
Prevenir el melanoma
En España contamos con una alta incidencia de melanoma debido a nuestra ubicación geográfica y clima soleado, que aumenta la exposición a los rayos ultravioleta.
Teniendo esto en cuenta, la mejor prevención es aplicarse protector solar durante todo el año (y especialmente en verano), y evitar la exposición solar prolongada. Aún en climas menos soleados como el que tenemos en Oviedo, los rayos UV nos perjudican cuando no tenemos el debido cuidado.
En Ecomedic Oviedo llevamos más de 10 años al servicio de tu salud gracias a nuestra amplia gama de especialidades, entre las que contamos con reconocidos profesionales de la dermatología. Reserva una cita previa con nuestros dermatólogos y ten controlada la salud de tu piel.
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